La historia de Albert k. Bender, en septiembre de 1953  Bender presidente de la “International Flying Saucer Bureau” (oficina internacional de platillos voladores) era editor de una revista sobre Ovnis y en uno de los números anunció que publicaría en el siguiente número una verdad que asombraría al mundo....decía conocer el origen de los extraterrestres y la razón de sus visitas a nuestro planeta.

 

 

Eso jamás fue publicado, ya que Bender supuestamente recibió la visita de tres hombres que confirmaron sus suposiciones y añadieron más datos escalofriantes que hizo que se enfermara y deje de comer durante días.

 

 

 

Al final Bender se retractó y no reveló su información. Sus amigos decían que no era el mismo desde la visita de esos extraños hombres y no volvió a hablar del tema ovni con nadie durante años.Por esos tiempos Bender se quejaba de dolores de cabeza insoportables, sin embargo logró escribir un libro Los platillos voladores y los tres hombres, donde él mismo se encargó de contradecir sus estudios anteriores y serias investigaciones hablando de  proyecciones astrales a una base de platillos voladores situada en el Antártico. El libro parecía ser sólo una cortina de humo de lo que había ocurrido en realidad.

 

 

 

Edward Christiansen en  noviembre de 1966 había visto un OVNI, pero no fue hasta el 9 de enero de 1967, cuando en su casa de Nueva Jersey, un hombre extraño  llamó a su puerta. Dijo pertenecer a la Oficina de Localización de Herederos, y que era posible que Christiansen hubiera heredado mucho dinero.Edward notó que el hombre era extraño.

 

 

 

De 2 metros, hombros anchos.Tenía los ojos saltones  y no estaban sincronizados el uno con el otro.  El perro de los Christiansen, comenzó a gruñir de inmediato. Tenía una voz  metálica, y cuando se sentó, sus pantalones se levantaron y observó en shock un cable verde que le salía del las medias y subía por su pierna. Cuando se le ofreció tomar algo dijo no y dijo que dentro de 10 minutos necesitaría un vaso de agua. Durante la entrevista, la familia observó que su rostro se iba poniendo cada vez más rojo, hasta que terminó pidiendo el vaso de agua, que se bebió de un trago con una píldora amarilla. Esto le devolvió su estado normal.

 

 

 

A los 2 días Edward recibió una llamada que le explicó que el Edward Christiansen que buscaba la oficina de Herederos había sido localizado en otra parte.

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Ya no hay nada mas que agregar salvo que el resto de información si mantiene en secreto.