2. Provocó un terremoto… en el aparato digestivo de Mark Twain:

Se dice que Tesla tenía una “máquina de terremotos” con la que casi derriba el edificio en donde tenía su laboratorio. No obstante, lo que tenía era un oscilador de alta frecuencia, que consistía en pistón fijado debajo de una plataforma que se sacudía violentamente al activarse. Valiéndose de esta tecnología, y advertido de los problemas digestivos de su amigo, el genial escritor Mark Twain, Tesla lo invitó en cierta ocasión a su laboratorio: le indicó a Twain que se pusiera de pie en la plataforma, y encendió el oscilador. Al cabo de 90 segundos, el novelista salió corriendo rumbo al baño.

3.- Era coqueto, pero odiaba las perlas:

Tesla no soportaba las perlas, no podía verlas. Incluso se negó a hablar con mujeres por ese motivo. Un día su secretaria llegó con un collar de perlas, y Tesla la envió de vuelta a casa. Esto formaba parte de su peculiar relación con el estilo y la estética. Llevaba guantes blancos para la cena de cada noche, y cuando lo fotografiaban se tomaba un buen rato para conseguir exhibir su “mejor perfil”.

4- Tenía memoria fotográfica:

Tesla tenía una gran memoria fotográfica. Podía  memorizar los libros y las imágenes para sus invenciones sin registrarlas de manera material. Su poderosa imaginación y su capacidad para visualizar le sirvieron para controlar las pesadillas vívidas que sufría de niño.

5- Le tenía pánico a los gérmenes:

Como casi todo carácter excéntrico, tenía hábitos de higiene excesiva, probablemente gestados durante una dura convalecencia por cólera durante la adolescencia.